Nutrición Sostenible (II): 4 formas naturales de cuidar tu suelo
Un suelo saludable es un ecosistema en sí mismo, lleno de organismos con diversas funciones que pueden ayudarnos a cuidar de las plantas. La disponibilidad de alimentos depende de los suelos, de ahí su gran importancia. Durante los últimos 50 años, habido una creciente presión sobre los suelos. En muchos lugares, la producción intensiva ha ocasionado un agotamiento de los campos, haciendo peligrar la productividad de los cultivos.
Por todo esto cuidar de nuestros suelos es hoy día la única opción. Como ya vimos en el artículo anterior, desde Europa y específicamente desde España ya se ha empezado a legislar. Sin embargo, quizás lo más importante de este nuevo real decreto sea ¿Cómo puedo cuidar mi suelo?
Desde Arvensis te damos 5 consejos para que empieces cuanto antes a asegurar tu cosecha futura.
Hoy en día parece que la palabra de moda es biofertilización, probablemente la hayas oído infinidad de veces, pero ¿Qué puede hacer realmente por tu suelo? Los biofertilizantes están compuestos de microorganismos benéficos del suelo. Hay una infinidad de microrganismos diferentes, con diversas funciones cada uno: Con toda esta variedad de funciones podemos preguntarnos ¿Cuál es el microrganismo ideal para mi cultivo? La respuesta dependerá de lo que busques, pues no existe ninguno que sea perfecto. Lo mejor es que evalúes que requisitos necesitas (si te interesa que nutra o estimule, que trabaje con calor o con frio…) y después busques ayuda técnica para escoger el que más se adecue a tus necesidades. Todo esto esta muy bien, pero siempre se ha fertilizado con abonos químicos ¿Por qué hacerlo ahora con bacterias y hongos? Los biofertilizantes tienen multitud de ventajas frente a los químicos. Ante todo, aclarar que no son un sustituto, sino que ambas formas de fertilización se pueden complementar. Los biofertilizantes no aportan a la planta los nutrientes de golpe, como si ocurre con otros fertilizantes, sino que los van poniendo a su disposición según las necesidades del suelo. Esto evita la perdida por lixiviación y gran parte de la contaminación. Además, al generar fitohormonas, la planta aprovecha más esos nutrientes para sacar todo su potencial.
Biofertilización
La materia orgánica es fundamental para que los suelos tengan unas propiedades químicas y físicas adecuadas: Pero la importancia de la materia orgánica va más allá, también está involucrada en la salud general de los suelos: Por todo lo anterior, es fundamental que tu suelo tenga un alto porcentaje de materia orgánica. Un modo de lograrlo es introduciendo abonos orgánicos para fertilizar y no solo inorgánicos. Dentro de los abonos orgánicos hay multitud de variedad de opciones, nosotros te vamos a hablar de los ácidos húmicos. Estos ácidos provienen mayoritariamente de la leonardita, una sustancia vegetal rica en materia orgánica. No solo mejoran las características físico-químicas, textura, permeabilidad y retención de agua. Sino que la verdadera ventaja de los ácidos húmicos es la estimulación directa e indirecta de la planta. Además, aportan algunas sustancias que funcionan como hormonas vegetales naturales (auxinas y giberelinas).
Abonos orgánicos
Debido a su naturaleza (son hongos simbiontes) se encontrarían englobados dentro de la biofertilización. Sin embargo, tienen unas características únicas que merecen un desarrollo a parte. Las plantas llevan millones de años con este tipo de simbiosis y es porque les aporta enormes ventajas: Lo ideal es añadir micorrizas cuando la planta es muy joven, pues será más fácil que se produzca la simbiosis. Una vez que esta se produce, durará toda la vida de la planta, además, generará esporas que podrían ayudar a micorrizar la siguiente generación que se cultive en ese suelo.
Micorrizas
Si antes hemos hablado de la importancia de usar microrganismos biofertilizantes, cuidando la microbiota natural de nuestro suelo tendremos bacterias con las mismas ventajas, pero totalmente adaptadas a nuestro entorno ¿Tenemos las mismas bacterias beneficiosas que los productos biofertilizantes? La respuesta corta seria sí, pero con matices. Saber exactamente que tipo de bacterias tenemos y en que cantidad es extremadamente difícil. Actualmente hay empresas que realizan análisis genómicos de suelo, pero sin eso es imposible de saber. Lo que si se conoce es que hay muchos factores que influyen en nuestra microbiota: la especie vegetal, edad, estado nutricional de la planta, las características físico químicas, manejo del suelo, condiciones ambientales… Por eso, aunque habrá muchas bacterias capaces de biofertilizar nuestro suelo, siempre es conveniente añadir algunas de manera externa. De esta forma nos aseguramos de que el efecto sea mayor. Entonces ¿De que sirve cuidar la microbiota si aun así hay que aplicar biofertilizantes? Para obtener un efecto a lo largo del tiempo. Estas bacterias, instaladas de manera natural en nuestros suelos, lo que nos van a dar es una mayor fertilidad de los mismos. Por eso, cuidarlas es una apuesta segura por el futuro.
Cuidar la microbiota del suelo
Conclusión
Todas estas medidas, aparte de reducir la contaminación y ayudarnos a cuidar los suelos, también nos ahorran dinero. Por un lado, todos estos consejos nos harán tener plantas más fuertes, mejor alimentadas y con suelos más sanos lo que tiende a reflejarse en un menor ataque de plagas.
Además, los biofertilizantes pueden sustituir un importante porcentaje de la fertilización que solemos aplicar (casi el 40% en algunos nutrientes) manteniendo o incrementando la producción.
En el caso de las micorrizas nos van a ayudar a salvar parte de la cosecha si viene en año duro, pues serán plantas con menos requerimientos hídricos y con más autonomía para obtener nutrientes.
Tener un suelo sano no solo repercutirá en nuestras cosechas futuras, también en nuestro bolsillo actual.
M.Remirez
Bibliografía:
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