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Manejo orgánico de Arvensis frente a Pestalotiopsis en cultivo de fresa

La fresa (Fragaria × ananassa) es un cultivo de importancia económica y social en Costa Rica, especialmente en las zonas altas del Valle Central.

Según el Censo Nacional Agropecuario de 2014, Costa Rica contaba con aproximadamente 232 hectáreas dedicadas al cultivo de fresa, distribuidas en 335 fincas.

Principales regiones

  • Cartago (región de El Guarco y alrededores)
  • Alajuela (Zarcero, Poás)
  • San José (Dota, Aserrí)
  • Heredia (Vara Blanca, San Rafael)

En la provincia de Heredia, particularmente en los distritos de Vara Blanca y San José de la Montaña, se estima que existen más de 26 hectáreas destinadas al cultivo de fresa, representando aproximadamente el 22% de la producción nacional.  

Estas actividades no solo diversifican las fuentes de ingreso para los productores, sino que también fortalecen el tejido social y cultural de las regiones productoras.​ Muchas de estas áreas se dedican también al turismo rural, lo que convierte la fresa en un producto agro-turístico.

Exportaciones

En 2023, Costa Rica exportó $2.92 millones USD en fresas frescas, posicionándose como el 32º exportador mundial de este producto

Aunque las exportaciones de fresa representan una fracción menor en comparación con otros productos agrícolas como la piña o el banano, tienen un valor significativo para las economías locales, especialmente en comunidades rurales donde el cultivo de fresa es una fuente importante de ingresos.​

Características del cultivo

Sistema de producción:

  • Se cultivan en camas elevadas, muchas veces en macrotúneles o invernaderos, aunque también hay cultivos en campo abierto.
  • Se utilizan plantas importadas (frecuentemente de Estados Unidos, México o España), lo cual puede traer consigo problemas fitosanitarios de algunos de estos países.

Ciclo de cultivo: Anual, aunque algunas zonas logran 2 ciclos en condiciones adecuadas.

Figura 1: Sistema de cultivo en cama elevada

Principales desafíos

  1. Enfermedades como Botrytis, Colletotrichum y Pestalotiopsis (esta última ha causado hasta un 90% de pérdida en plantaciones nuevas).
  2. Cambio climático: lluvias fuera de temporada y temperaturas extremas afectan en floración y fructificación.
  3. Falta de tecnificación y dependencia de plantas importadas.
  4. Acceso a mercados y fluctuaciones en precios.

Figura 2: plantas de 4º campaña, variedad costarricense con uso del manejo orgánico Arvensis, afectadas por Pestalotiopsis, presentan buen desarrollo vegetativo y productivo.

Desafíos para el crecimiento

El sector fresero en Costa Rica enfrenta desafíos relacionados con problemas fitosanitarios, como la aparición de enfermedades fúngicas, y los efectos del cambio climático. Para abordar estos retos, se han implementado buenas prácticas agrícolas y se promueve la adopción de tecnologías sostenibles que mejoren la productividad y la resiliencia del cultivo. ​

Arvensis en participación de un día de campo, colaborando con soluciones orgánicas para resistencia y defensa en cultivos de fresa.

Colaborando con el Ingeniero agrónomo Don. Henry Obando, entre otras estrategias, el uso de Glopper asociado a Elysium, viene presentando resultados muy prometedores como herramienta complementaria principalmente frente a Pestalotiopsis. De esta manera, el uso asociado de estas dos soluciones orgánicas, especialmente en el cultivo de fresa, nos aporta una gran solución como medida preventiva.​

¿Qué solución orgánica proponemos desde Arvensis?

Glopper es un cobre con certificación orgánica, de acción sistémica, diseñado para corregir deficiencias de cobre en las plantas y fortalecer sus sistemas naturales de defensa.

De acción complementaria, Elysium puede ayudarnos a confrontar las carencias de micronutrientes que sufre la planta en estas situaciones.

Aplicación de GLOPPER + ELYSIUM en el cultivo de fresa

  • Prevenir infecciones: Al fortalecer las defensas naturales de la planta, reduce la probabilidad de que el Pestalotiopsis y otros patógenos se establezcan.​
  • Mejorar la salud general de la planta: La corrección de deficiencias de cobre puede resultar en un crecimiento más vigoroso y resistente a enfermedades.​
  • Compatibilidad con agricultura ecológica: Ambos productos son aptos para su uso en sistemas de producción orgánica.
  • Uso preventivo: La solución es más efectiva cuando se aplica antes de que la enfermedad se manifieste.​
  • No es curativo: No elimina infecciones ya establecidas de Pestalotiopsis.​
  • Parte de un manejo integrado: Debe utilizarse junto con otras prácticas de manejo, como el uso de plantas sanas, control de humedad y rotación de cultivos.​

Para un manejo efectivo de Pestalotiopsis, se recomienda implementar un enfoque integrado que incluya prácticas culturales adecuadas, uso de productos preventivos, y cuando sea necesario, la aplicación de fungicidas específicos bajo la asesoría de un profesional agrícola.

Microorganismos: los arquitectos invisibles del suelo (y por qué deberías prestarles atención)

Si el suelo de tu cultivo pudiera hablar, ¿qué crees que diría?
Tal vez algo como: «Sin mí, tus plantas no durarían ni una semana.» Y tendría razón. Pero lo que la mayoría ignora es que, bajo la superficie, hay un ejército invisible trabajando día y noche: los microorganismos.

Son ellos quienes deciden qué plantas prosperan, cómo se reciclan los nutrientes y qué tan fértil será tu suelo dentro de cinco, diez o veinte años. ¿Quieres saber cómo aprovechar su poder para mejorar la productividad y la regeneración de tus suelos? Sigue leyendo. Lo que descubrirás puede marcar la diferencia entre un suelo vivo y otro agotado.

Etapas sucesivas de la sucesión ecológica / muestras de suelo que muestran el desarrollo de una capa de mantillo y humus en un suelo arenoso en un bosque boreal en regeneración tras su despeje para la agricultura (fuente: Beth Evans).

Suelos cultivados: el punto de partida

Imagina un terreno recién trabajado, con cosechas que crecen rápido y fertilizantes que potencian su rendimiento. Aquí, las bacterias y hongos oportunistas reinan. Se alimentan de los restos de cultivos y fertilizantes sintéticos, aprovechando los recursos de manera inmediata.

Pero hay un problema: este sistema no es sostenible a largo plazo. Cuando dejas de fertilizar o cambiar de cultivo, el suelo empieza a perder vida. Y sin vida, el suelo es solo polvo.

Cuando la agricultura se detiene, la vida comienza

Lo creas o no, cuando cesa la actividad agrícola, el suelo empieza a recuperarse solo. Como un bosque después de un incendio, las bacterias fijadoras de nitrógeno y los hongos descomponedores llegan al rescate, enriqueciendo el suelo con materia orgánica.

Esto es clave para regenerar suelos agotados y devolverles la fertilidad que creías perdida. Y sí, hay maneras de acelerar este proceso sin esperar años: productos como Ferttybyo, activan la microbiología del suelo y lo llenan de vida. En Arvensis investigamos estas interacciones naturales y hemos desarrollado esta solución microbiológica concentrada para reconstruir la vitalidad de tu suelo.

Las primeras plantas no están solas

Las primeras plantas que crecen en un suelo en recuperación no lo hacen solas. Tienen aliados en el subsuelo: bacterias de la rizosfera y hongos micorrícicos. Esta simbiosis acelera la disponibilidad de nutrientes y estabiliza el suelo, permitiendo que más especies puedan asentarse.

Si quieres reforzar esta conexión natural y mejorar la absorción de nutrientes, Cripthum es una mezcla muy concentrada de ácidos húmicos y fúlvicos que mejora la estructura del suelo y optimiza la retención de agua, facilitando la regeneración y el balance microbiológico. Si lo aplicas junto a ferttybyo tienes una fórmula ganadora para recuperar la salud de tu suelo, fertilizar de una manera avanzada y aumentar el rendimiento de tus cultivos.

La evolución del ecosistema

Con el tiempo, los hongos toman el control. Las especies saprófitas y micorrícicas descomponen compuestos más complejos y favorecen la colonización de plantas perennes.

En pastizales y bosques en transición, los hongos degradadores de lignina y las actinobacterias descomponen restos leñosos y profundizan los sistemas radiculares. En otras palabras, preparan el terreno para un ecosistema más estable y resiliente.

El equilibrio de un bosque maduro

Cuando un ecosistema alcanza su madurez, todo funciona como una maquinaria bien ajustada. Los microorganismos oligotróficos de crecimiento lento toman el relevo, formando redes complejas con los árboles a través de asociaciones ectomicorrícicas. Aquí es donde se regulan procesos clave como la retención de carbono y la estabilidad del suelo a largo plazo.

Si lo que buscas es transformar un suelo empobrecido en un ecosistema equilibrado, los microorganismos son la clave. Y con el apoyo de soluciones como Ferttybyo y Cripthum, puedes acelerar ese proceso en tu propio terreno.

El suelo es un ecosistema vivo: cuídalo

Los microorganismos no solo influyen en la regeneración del suelo, sino que también son responsables de su fertilidad y estabilidad a largo plazo. Si entiendes cómo trabajan, puedes aprovechar su poder para mejorar la productividad de tus cultivos y optimizar el manejo del suelo.

¿Quieres saber más sobre cómo regenerar tu suelo de forma natural y efectiva? Contáctanos y un técnico comercial te asesorará.

Fertilizantes a base de algas marinas: La clave para mejorar la resistencia de nuestros cultivos

Para comprender si son buenas las algas en nuestros fertilizantes, tenemos que hacernos la pregunta ¿Qué son las algas marinas?

Las algas marinas son organismos fotosintéticos que viven en el agua salada, principalmente en los océanos y mares. Utilizan luz solar para producir oxígeno y carbohidratos que son esenciales para los ecosistemas acuáticos. Las algas no poseen raíces, tallos ni hojas, pero poseen unas estructuras llamadas rizoides que ayudan a adherirse a las rocas. Hay una gran variedad ya que su tamaño puede ser tanto microscópico como el fitoplancton, como algas de tamaño visible como el alga nori que tanto consumimos o algas de gran tamaño como el kelp, unas algas laminares.

Existen varios tipos de algas marinas, y se clasifican principalmente en tres grupos, según su color y características químicas:

  1. Algas verdes: Son de color verde debido a la clorofila, el pigmento que utilizan para la fotosíntesis y suelen encontrarse en aguas costeras poco profundas y en zonas de alta luz.
  2. Algas pardas: Son de color marrón debido a un pigmento llamado fucoxantina, además de la clorofila y se encuentran en zonas frías o templadas.
  3. Algas rojas: Son de color rojo debido a los pigmentos ficobilinas, que complementan la clorofila en la fotosíntesis y son más comunes de aguas más profundas, donde la luz es más tenue, gracias a su capacidad para absorber mejor las longitudes de onda de luz más profundas.

Las algas más utilizadas en fertilizantes son las algas pardas debido a su riqueza en ácido algínico y manitol.

La más conocida es Ascophyllum nodosum ya que estimula el crecimiento y la resistencia al estrés. Se encuentran muchos estudios publicados donde se ha probado su eficacia en cultivos con buenos resultados.

También hay otro tipo de algas que se pueden utilizar como fertilizantes: Macrocystis pyrifera, muy  rica en minerales como potasio y calcio, Sargassum spp,  utilizada para mejorar la retención de humedad en el suelo o Ecklonia maxima que estimula el crecimiento radicular.

Los fertilizantes a base de algas marinas son de particular interés debido a su alto contenido de compuestos bioactivos como polisacáridos, fitohormonas, aminoácidos y oligoelementos. Estos componentes tienen la capacidad de interactuar con las plantas de manera que se potencie su capacidad para resistir condiciones adversas y maximizar su eficiencia.

¿Cómo manejan las algas marinas la resistencia de los cultivos?

  1. Mejora la tolerancia al estrés hídrico: La sequía es uno de los efectos más devastadores del cambio climático. Los fertilizantes a base de algas marinas ayudan a las plantas a gestionar mejor el agua disponible. Al aplicar estos fertilizantes, las plantas aumentan su capacidad para retener agua, lo que les permite soportar períodos de sequía de manera más eficiente.
  2. Aumento de la resistencia a temperaturas extremas: Las algas marinas tienen la capacidad de regular la respuesta de las plantas a temperaturas altas o bajas. Cuando las plantas están sometidas a temperaturas extremas, las algas marinas promueven la producción de antioxidantes naturales, que protegen las células vegetales del daño térmico.
  3. Mejora de la resistencia a la salinidad: En muchas regiones agrícolas, el suelo salino es un desafío creciente debido al aumento del nivel del mar y las prácticas agrícolas inadecuadas. Los fertilizantes de algas marinas pueden ayudar a las plantas a tolerar niveles más altos de sal, mejorando la absorción de agua y nutrientes en suelos salinos y aumentando la productividad en estas condiciones.
  4. Estimulación del crecimiento radicular: Un sistema radicular fuerte es clave para la absorción de nutrientes y agua, especialmente en condiciones de estrés. Los fertilizantes de algas marinas pueden promover el desarrollo de raíces más profundas y densas, mejorando la capacidad de las plantas para acceder a recursos vitales, incluso en suelos empobrecidos o en condiciones extremas.

Estas son las principales funciones que aportan el añadir extracto de algas a los fertilizantes. Aun así, hay muchas más como puede ser aumentar la salud de la planta, reducir la dependencia a productos químicos o un aumento de la productividad.

Los fertilizantes a base de algas marinas son una herramienta poderosa en la lucha contra los efectos del cambio climático en la agricultura. Su capacidad para mejorar la resistencia de los cultivos al estrés hídrico, las temperaturas extremas y la salinidad ofrece una solución sostenible y efectiva para aumentar la productividad agrícola en un contexto de cambios climáticos cada vez más impredecibles. Además, al promover prácticas agrícolas más ecológicas y reducir la dependencia de insumos químicos, los fertilizantes de algas marinas representan una opción prometedora para un futuro más verde y resiliente.

Si estamos introduciendo cada vez más las algas en nuestras comidas, ¿Por qué no dárselas también a nuestras plantas?

El arte secreto de adaptarse

Cómo las plantas prosperan en la adversidad

Nuestro planeta tiene ambientes increíblemente diversos que parecen salidos de una película de ciencia ficción. Desde los abrasadores desiertos y las lluviosas selvas tropicales, pasando por las frías tundras y las escarpadas montañas, hasta los misteriosos humedales ¡en casi todos estos rincones crecen plantas! ¿Cómo es posible?

Nuestro planeta está compuesto por aproximadamente un 70% de agua y un 30% de tierra. De esa tierra, alrededor del 31% se encuentra cubierta por bosques, y si sumamos otros tipos de vegetación (praderas, matorrales, arbustos, etc.), casi la mitad de la tierra libre de hielo alberga vida vegetal. Mientras tanto, según estudios recientes, 8.000 millones de personas vivimos en tan solo el 7,6% de la superficie terrestre, ¡El reino vegetal ha sabido adaptarse mucho mejor los humanos!

Tipos de adaptaciones: trucos de supervivencia vegetal

Para vivir en ambientes que a nosotros nos parecerían imposibles, las plantas han desarrollado estrategias sorprendentes:

a) Adaptaciones morfológicas

Figura 1. Los cactus están adaptados a los desiertos.

Hojas suculentas y raíces profundas

En los desiertos, donde el agua es muy escasa y valiosa, los cactus han evolucionado para tener hojas transformadas en espinas (¡menos superficie para perder agua!) y tejidos suculentos que almacenan reservas. Además, sus raíces pueden extenderse a varios metros de profundidad para alcanzar agua escondida bajo la arena.

Figura 2. Ejemplo de una bromelia aérea.

Raíces aéreas en plantas epífitas

Algunas orquídeas y bromelias crecen sobre otros árboles y tienen raíces que absorben la humedad del aire. Para ello tienen raíces especializadas, cubiertas de un tejido esponjoso llamado velamen, que actúa como un «sorbete» para absorber agua y nutrientes directamente del aire y de la lluvia.

b) Adaptaciones fisiológicas

Figura 3. Un ejemplo son los Kalanchoe.

Fotosíntesis CAM

Las plantas de desierto, como ciertos cactus, utilizan un truco llamado fotosíntesis CAM. En lugar de abrir sus diminutos «poros» (estomas) durante el día, cuando el sol calienta y el agua se evapora, ¡los abren de noche! Esto reduce la pérdida de agua hasta en un 70–80% en comparación con otras plantas.

Figura 4. La remolacha produce estos compuestos protectores.

Producción de compuestos protectores

Muchas especies sintetizan moléculas como la glicina-betaína, que actúa como un escudo interno ayudando a mantener el equilibrio osmótico y a proteger sus células del estrés por sal o sequía.

c) Adaptaciones de comportamiento

Figura 5. Un ejemplo clásico es la Mimosa púdica.

Cierre nocturno de hojas

Algunas plantas, al igual que nosotros que buscamos refugio del sol intenso, cierran sus hojas durante la noche o en días muy calurosos para conservar la humedad y protegerse de posibles depredadores.

Estrategias de supervivencia extremas

Cuando las condiciones se ponen realmente difíciles, algunas plantas han desarrollado estrategias nada convencionales:

Figura 6. Las plantas carnívoras adquieren los nutrientes que necesitan de sus presas.

Plantas carnívoras

En suelos extremadamente pobres en nutrientes, algunas plantas como la Venus atrapamoscas o la planta jarra han decidido cambiar las reglas del juego: en lugar de absorber nutrientes del suelo, capturan insectos. Al descomponer a sus presas, obtienen el nitrógeno y otros minerales que necesitan para crecer.

Figura 7. La salicornia es un ejemplo perfecto de estas plantas.

Plantas halófitas (resistentes a la salinidad)

En zonas costeras o en suelos salinos, donde la sal es un enemigo mortal para la mayoría de las plantas, existen las halófitas. Estas especies, como la salicornia, han desarrollado mecanismos para expulsar o almacenar el exceso de sal en sus tejidos sin dañarse.

Lecciones que podemos aprender para la agricultura

Si las plantas pueden sobrevivir en las condiciones más extremas, ¡imagina lo que podemos aprender de ellas! Aquí algunas ideas que nos pueden inspirar:

  • Cultivos resistentes a la sequía y a suelos salinos:
    Tomando ejemplo de las plantas desérticas y halófitas, es posible desarrollar variedades de cultivos que consuman menos agua o que puedan crecer en suelos con altos niveles de sal.
  • Manejo inteligente del agua:
    Las estrategias de retención de agua que utilizan los cactus y otras especies pueden inspirar sistemas de riego y técnicas de conservación del agua en la agricultura.
  • Uso de la genética y la selección natural:
    Comprender qué genes permiten a las plantas sobrevivir en ambientes extremos ayuda a transferir esos rasgos a cultivos comerciales, ya sea a través de la selección tradicional o mediante técnicas de edición genética.
  • Síntesis de compuestos protectores:
    La glicina-betaína es solo un ejemplo de cómo algunas plantas producen moléculas que protegen sus células del estrés. Incorporar estos compuestos en formulaciones agrícolas (como nuestros productos) puede potenciar la resistencia de los cultivos frente a sequías, altas salinidades y otros desafíos climáticos.

La naturaleza como inspiración

La increíble capacidad de adaptación de las plantas es un recordatorio de la resiliencia de la naturaleza. Nos muestran que, aun en las condiciones más extremas, la vida encuentra la manera de persistir.

Por eso, en Arvensis miramos de cerca el mundo vegetal y aprendemos de él. Prueba nuestros productos que potencian la resistencia y adaptación de tus cultivos, utilizando estrategias basadas en la naturaleza —como la aplicación de glicina-betaína en la GLIBETINA— para hacer frente a los retos que nos presenta día a día el campo.

Cambio climático en la agricultura

El cambio climático consiste en una seria de modificaciones en el tiempo de los patrones climáticos, como las precipitaciones y la temperatura entre otros. Dándose eventos meteorológicos como frentes fríos, huracanes, heladas, lluvias extremas y también sequia o exceso de humedad.

El impacto del calentamiento global en la agricultura: sequías y temperaturas extremas

Estos cambios han podido ser generados naturalmente, por variaciones del ciclo solar o producidos por la actividad humana. Debido a esto se está produciendo un calentamiento  global,  generado por la acumulación de gases en la atmosfera terrestre, a consecuencia  de la deforestación y grandes emisiones de CO2.

El aumento de la sequia y el calor extremo son algunos de los cambios climáticos que afectan más a la agricultura, probablemente sean la mayor amenaza para los cultivos y la civilización.

Estrategias para una agricultura sostenible frente al cambio climático

Sin embargo la demanda de alimentos crece constantemente, ya que se espera una población en crecimiento y el cambio climático precisamente hace que disminuyan los rendimientos en agricultura.

Actualmente existen muchas iniciativas en el sector agrícola para adaptar la agricultura actual al impacto del cambio climático. Siendo la principal estrategia la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2, CH4 y N2O) habituales en industrias energéticas, mineras, agrícolas y ganaderas, a través de energías renovables, reduciéndose asi la emisión de gases.

Prácticas agrícolas para mitigar el cambio climático

También hay otras estrategias las cuales se tienen muy en consideración para reducir emisión de gases, como es la conservación de los ecosistemas agrícolas siendo sumideros de CO2, también la optimización de recursos hídricos rotando cultivos y por ultimo el uso de cultivos resistentes a enfermedades, conllevando el uso menor de agroquímicos.