Spring is coming…
Spring is coming… ¿Cómo las plantas saben que esta llegando el invierno o que es el momento de florecer?
Hace poco tiempo hemos visto los almendros en flor, y sabemos que en el otoño las hojas de los robles comenzaran a tornarse amarillas. Está claro que para las plantas resulta vital saber en que momento del año estamos para sincronizar su ciclo biológico. Deben florecer cuando las condiciones sean las adecuadas para la polinización, producir semillas en la época donde su descendencia tenga más posibilidades de salir adelante o darse cuenta de que el invierno se acerca y por tanto ha llegado el momento de perder las hojas.
Pero, ¿cómo lo hacen? Las plantas no tienen calendarios como nosotros, ni pueden ir marcando los días como hacía Edmond Dantès, el Conde de Montecristo, en la pared de su celda. La respuesta a esta pregunta no es baladí, ya que conocer exactamente como las plantas regulan sus ciclos vitales a lo largo del año permitiría un aumento en la producción de los cultivos manipulando a voluntad dichos ciclos.
Lo cierto es que existen diferentes mecanismos mediante los cuales las plantas sabe en que época del año estamos, pero el principal de ellos, curiosamente, es el mismo que teníamos los seres humanos en la prehistoria: medir la duración del día. Para ello, las plantas cuentan con fotorreceptores llamados fitocromos y criptocromos, que además de determinar las horas de luz y de oscuridad a las que están expuestas, miden la intensidad de las diferentes longitudes de onda de la luz solar. Estos fotorreceptores desencadenan una serie de estímulos en la maquinaria metabólica de la planta que propician que esta active su crecimiento, incremente la producción de clorofila o comience la floración, esto último mediado a través de una proteína llamada Flowering Locus T que viaja desde las hojas a los brotes apicales donde provoca la diferenciación de los tejidos y la formación de flores. Todo ello en primavera y verano. Cuando el invierno se acerca y la duración del día se hace más corta, lo fotorreceptores inducen cambios en las plantas que van desde la disminución de la producción de clorofila, el almacenamiento de nutrientes en las raíces o la caída de las hojas, todo ello en preparación de un periodo de menor irradiación solar en el cual se podrán obtener menos nutrientes y energía de la fotosíntesis.
La temperatura es otro de los factores que utilizan las plantas para determinar el avance de su ciclo vital, a través de termorreceptores situados en raíces y hojas. Por ejemplo, algunas plantas requieren de un periodo de calor para florecer, ya que así se aseguran la presencia de ciertos insectos necesarios para la polinización. Lo mismo ocurre con muchas semillas, que no germinan si la temperatura no es lo suficientemente alta. Por el contrario, existen otras plantas que necesitan vernalización, es decir, un periodo de frio prolongado para florecer. Otro de los factores que determinan el ciclo vital de las plantas son la humedad; por ejemplo, el romero no tiene una época del año predefinida para florecer, sino que lo hace cuando tiene suficiente agua.
Todos estos estímulos que se han mencionado envían diferentes mensajes a la planta, y el balance de todos ellos es lo que provoca que esta reaccione a la época del año en la que se encuentra y avance a la siguiente etapa del ciclo vital. Cual de todos ellos es el predominante depende del tipo de planta y de su hábitat natural. Esta es una de las razones también de que el cambio climático este alterando las épocas de floración y fructificación de muchas especies, como ocurre con los almendros, que cada año florecen más pronto; y de que poco a poco el cultivo de algunas especies este siendo menos rentables en latitudes más cercanas al ecuador y se vaya desplazando hacia los polos (como la vid).
A.CASTÁN
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