Simbiosis con hongos micorrízicos – I+D+i

Desde nuestro departamento de investigación y desarrollo (I+D+i) nos explican la importancia de las micorrizas en en desarrollo de las raíces de la planta y su simbiosis con hongos micorrízicos.

La porción del suelo que se encuentra en contacto con las raíces de las plantas se denomina rizosfera, y es una zona particularmente rica en microorganismos que se aprovechan de los exudados de las raíces de las plantas.

Las simbiosis micorrícicas son asociaciones entre algunas especies de plantas y hongos que generalmente colonizan sus raíces.

Esta interacción entre plantas y hongos se basa en un complejo diálogo molecular en el que ambas especies se benefician de forma recíproca en términos de nutrición, crecimiento y protección:

• Los hongos son biótrofos obligados que al asociarse a las raíces de las plantas son capaces de dotarles de un sistema de absorción mejorado que incrementa la obtención de agua y nutrientes (particularmente fósforo).

• Adicionalmente, los hongos incrementan la resistencia de la planta a estreses tanto bióticos como abióticos.

• Esto lo consiguen gracias a los nutrientes que toman de la planta (carbohidratos) para reproducirse y crecer. La planta puede llegar a ceder hasta el 20% del C fijado por fotosíntesis.

El éxito ecológico y evolutivo de la simbiosis con hongos micorrícicos se basa en un sistema de comunicación eficiente y multifactorial para el reconocimiento de su hospedador y en un sistema de intercambio de metabolitos entre ambas especies bien regulado.

1.- Los exudados de las plantas activan al hongo.

Las plantas y los hongos se reconocen mutuamente antes de establecer la simbiosis. Las raíces de las plantas (principalmente cuando hay poco P en el suelo) liberan estrigolactonas que estimulan la ramificación y la elongación de las hifas, de forma que incrementan la posibilidad de contacto planta-hongo.

2.- Moléculas fúngicas similares a quitina actúan como elicitores en la planta

Los AMF utilizan moléculas basadas en N-Acetilglucosamina como señales para activar las respuestas simbióticas en la planta. Estas moléculas incluyen lipo-quito-oligosacaridos y cadenas cortas de quitina.

Parece que el fósforo es uno de los factores que mas influyen en el establecimiento de estas simbiosis, de forma que un exceso de fósforo perjudica esta interacción, mientras que una deficiencia de fósforo asimilable en el suelo la estimula.

Raíces con (A, B, C) y sin (D) micorrizas. Extraído de Verzeaux et al.,2017

Parece claro que el futuro de la agricultura pasa por entender mejor las interacciones entre estos organismos y potenciarla en la medida de lo posible, de forma que la planta pueda maximizar el beneficio que esta simbiosis le proporciona.

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